lunes, 23 de julio de 2007

Gusano de seda

Cuenta la leyenda que, cierto día un gusano de seda, entre las hojas de una mora, trabajaba con mucho cuidado su capullo; cerca, en una orqueta del mismo árbol, un araña tejía a toda prisa su tela; entonces al ver al gusano le dijo con falso orgullo: “ gusano, para qué te afanás tanto, si total después viene el hombre y se lleva tu capullo; en cambio yo, comencé hoy mi nido y al caer el sol yo lo terminaré. Tú, hace días que lo estás construyendo y recién lo finalizás”...

El gusano, con mucha humildad, le respondió: “ Yo tejo con cuidado y dedicación: será mi nido ó tal vez el hombre lo utilice, pero quien lo haga se sentirá orgulloso de este humilde gusano” En ese momento, apareció la mano de un hombre que retiró el capullo; al hacerlo, enganchó la tela de araña y la destruyó. Y el gusano dijo para sí: “ Pobre araña, lo hace rápido, pero así le sale”.
Cuando el hombre primitivo necesitó resguardarse de la intemperie, usó la piel de alguna fiera que cazaba ó de animales tales como la oveja. Más tarde aprendió a hilar su lana para confeccionar abrigos, y comenzó a aprovechar la lana ó el hilo que brindan otros animales (llamas, vicuñas, alpacas, etc) ó plantas (algodón) ó inclusive el gusano de seda.
La mariposa de la morera ó gusano de seda teje un capullo utilizando la baba que segrega, que al tomar contacto con el aire se solidifica y forma una hebra continua. La fibra de cada capullo mide aproximadamente 1000 mts de longitud por 8 a 15 micras de diámetro. Contiene fibroma y una goma, llamada sericina, que mantiene pegadas unas a otras las vueltas del filamento y asegura la rigidez del capullo. Esta es muy tenue. El hombre aprovecha este hilo para confeccionar telas de seda. Para esta finalidad se cría el gusano originando la sericicultura, actividad que se practica en algunos países desde tiempos remotos y que constituye una verdadera riqueza.
Una leyenda nos cuenta que, hace muchos años, dos astutos monjes, para sacar de China unos capullos de seda, debieron ocultarlos en el interior de una caña de bambú, puesto que los emperadores del Celeste Imperio guardaban celosamente el secreto de la fabricación de la seda.
En Argentina, los primeros gusanos de seda fueron traídos en el año 1822, pero por distintas causas, no prosperaron. Años más tarde, en Mendoza comienza a florecer la sericicultura, entonces esta industria alcanza cierta prosperidad. En 1858, Sarmiento obtiene un premio en la exposición rural argentina por seda cosechada en San Juan.
El gusano de seda es un invertebrado que pertenece al grupo de los artrópodos, que se caracterizan por tener un revestimiento quitinoso – que hace las veces de esqueleto externo- cuerpos segmentados y apéndices, y se dividen en crustáceos, arácnidos, miriápodos e insectos. A su vez estos últimos pueden ser perjudicial (mosquitos, moscas, chinches, etc) ó útiles ( abejas, gusanos de seda y otros)
El gusano se alimenta de hojas de morera. Este es un árbol, de grandes hojas ovaladas y dentadas cuyo fruto de muy agradable sabor, es la mora.. El gusano tiende sus hilos entre las ramitas de estos árboles hasta terminar el capullo, y al finalizar queda encerrado en él, de esta manera se transforma en crisálida ó ninfa. Al cabo de unos quince días, la ninfa alcanza su estado adulto (mariposa) entonces segrega una sustancia para romper el capullo y salir al exterior, pero si el capullo se aprovecha industrialmente, aquella morirá. Es que, si se quiere obtener el hilo entero se debe matar la crisálida, lo que normalmente se hace sumergiendo unos minutos el capullo en agua hirviente.
La mariposa hembra tiene las alas y los órganos bucales atrofiados, de modo que no vuela ni puede alimentarse.
Su única función es la de reproducir, después de depositar los huevos sobre las hojas, muere, estos huevos, comercialmente se llaman semillas.
A principios de la primavera nace la larva u oruga del gusano de seda: es de color blanco, y, como dijimos, su único alimento son las hojas de mora. Durante su desarrollo muda varias veces su piel para formar otra más amplia que le permita seguir creciendo. Alcanza su grado de madurez a los 35 días del nacimiento y en ese momento comienza a tejer su capullo.
El gusano de seda ha dado origen a una industria floreciente sobre todo en China y Japón, dos naciones famosas por las delicadas sedas que fabrican. En nuestro país esta industria posee cierta importancia.


René Darán
Fuente: Diario La Capital. Sección Flora y Fauna de Nuestro País /1984/87
Director EcoNews
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