lunes, 23 de julio de 2007

Serpientes || Más sobre las serpientes || Las serpientes argentinas

Un temor casi supersticioso, una repulsión instintiva y ancestral, que nos inspiran, se deben, sin lugar a dudas, al poco conocimiento que tenemos sobre estos animales. La nocividad de algunas especies, creencias y leyendas fantásticas sobre las mismas, su poco difundido cultivo de la herpetología, han gestado un mundo de creencias en la gente con respecto de las víboras.


El estudio de su organización y costumbres nos revelan una vida biológica interesantísima e insospechada de manifestaciones vitales asombrosas y desconcertantes. Creencias y leyendas “probadas e indiscutibles” afirman: fascinador, fulminante e irresistible poder para inmovilizar a la presa antes de tragarla. Que persiguen al hombre; que a raíz de su afición por la leche maman de las ubres de las vacas y hasta de los pechos de las mujeres, sustituyendo al niño, dándole la cola a éste a modo de mamadera (por la distribución de sus dientes y la forma de sus labios, es imposible); que pican con la cola o la lengua (las víboras no pican, muerden). Que antes de entrar al agua depositan su veneno en las hojas de la costa. Que hipnotizan al hombre y a los animales y gigantescas y potentes boas habitantes de selvas y ríos atacan a hombres y animales triturándolos para luego tragarlos. Felizmente el estudio de éstas nos revela una realidad muy distinta, desvaneciendo leyendas y creencias.
Observando la vida y hábitos de estos animales, se ha comprobado. No atacan ni persiguen al hombre, a no ser que sean molestados o tocados por él.
Algunas serpientes venenosas poseen un aparato inoculador perfecto, anatómicamente sencillo y admirable, que usan como eficaz medio para proveerse de alimentos vivos (mamíferos y aves), que les sería imposible obtener de otra manera, por su pesado cuerpo, movimientos lentos y su vida nocturna.

Víboras y Culebras

La mayoría de las serpientes son especies inofensivas, culebras mansas y muchas veces muy útiles, pues se alimentan de larvas, insectos, miriópodos, saurios. Generalmente a las inofensivas se las llama culebras.
Cómo se distinguen las culebras de las víboras? No hay término absoluto, aunque sí aproximado.
Culebras
Son ligeras y cuando se las ataca generalmente tratan de escapar, a veces se defienden en resorte; algunas especies trepan a los árboles. Su cabeza es elipsidal u ovalada, cubierta con placas grandes en escudo, ojos y pupilas circulares, no poseen orificio loreal. Cuello apenas insinuado, cuerpo cilíndroide y sutil; la cola no se diferencia del cuerpo, es larga y afilada.
Suele encontrárselas de día generalmente, en cualquier sitio en el campo o cerca de viviendas.
La familia de las culebras es la más numerosa. Por caracteres anatómicos y por la distribución de sus dientes se dividen en aglifos, opistoglifos y proteroglifos. Las aglifos, desprovistas de glándulas venenosas, son generalmente inofensivas; de diversos tamaños y colores, como la pequeña “ñanduné”, como también las fornidas “ñacaniná” y “boipevá”. Casi todas son de tierra y se alimentan de batracios y saurios.
Las epistoglifos tienen dientes más grandes y glándulas, pero debido a su disposición inadecuada para morder son casi inofensivas, como las aglifos. En este grupo podemos encontrar a la culebra mansa, la “musaraña”, que se alimenta de especies venenosas; también a la “inboihovibá” y la trepadora.
Las proteroglifos constituyen un solo género (micrurus), son las corales venenosas, mal llamadas “víboras de coral”.
Víboras
Las serpientes de foso (foso loreal), llamadas así por un pequeño orificio ubicado entre el ojo y el orificio nasal, tienen estas características principales: cabeza triangular, con placas pequeñas y carenadas, cuello diferenciado y afinamiento brusco y abrupto de la cola; de costumbres nocturnas o crepusculares, por eso sus pupilas son elípticas verticales; las escamas de su cuerpo son carenadas; su color generalmente es oscuro; de movimientos lentos, y no huyen cuando se las ataca.
La familia de las víboras se divide en dos géneros: Bothrops y crotalus.

Las crotalus (cascabel, mboi chine) son inconfundibles por su aspecto y coloración amarillenta, con cuadriláteros regulares sobre el dorso. Cuando se enojan, sus segmentos caudales córneos producen una vibración netamente metálica. Esta especie adquiere gran desarrollo, 1,90 metro aproximadamente.
Las bothrops son pequeñas, como la yarará ñata, víbora de la cruz, yarará, pero muy venenosas. Se las puede confundir con algunas culebras inofensivas, por eso es importante reconocerlas; son de cuerpo muy grueso con relación a su longitud; cabeza achatada y triangular, sola corta, con pupilas verticales, foto loreal.
Este es en general el fantástico mundo de estos animales, y a medida que más lo conozcamos, más aprenderemos a respetarlo y quererlo.


René Darán
Fuente: Diario La Capital. Sección Flora y Fauna de Nuestro País /1984/87
Director EcoNews
rene@eco-news.com.ar

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