lunes, 23 de julio de 2007

Termitas

Siguiendo con las termitas podremos observar que estas están más cerca de los primitivos insectos que de los himenópteros, con una anatomía mucho más sencilla y que por esto, su estado social no es inferior sino por el contrario en muchos aspectos sobrepasa al de las hormigas y abejas.

Hemos hablado en notas anteriores sobre cómo está formado un termítero: sobre la pareja real las obreras y los soldados, y nos maravillamos con estos pequeños insectos. Pero hay algo en ellos que nos asombra, que no es solamente su técnica, la existencia de gran número de ellos – adultos y jóvenes en distintos estados de evolución- sino la existencia de castas que presentan en forma simultánea diferencias en su morfología y en sus funciones sociales.
En los termíteros grandes el polimorfismo es extraordinario. Podemos dividirlos en 3 castas:
Las castas reproductoras: se llaman así las reproductoras, y estas se dividen en tres: las de primer tipo que son reyes y reinas, son pigmentados, alados y soportan la luz del día.
Las del segundo tipo son los suplentes de los primeros, pero la pigmentación, las alas, el cerebro y los órganos genitales son inferiores.
Y las de tercer tipo no tienen alas ni pigmentos y sus órganos son muy rudimentarios.
Los del segundo y tercer tipo adquieren su madurez sexual cuando una sociedad de termitas pierde la pareja real, entonces las larvas y ninfas adquieren dicha madurez; existe algo así como una hormona sexual que condiciona ese fenómeno. , pues de faltar la pareja real se pone en marcha un sistema donde un número de ninfas y larvas adquieren madurez sexual anticipada; su cuerpo no sufre más mudas, cesa su crecimiento, pero conservan algunos rasgos infantiles y quedan listas para reproducir.
Igualmente si uno aísla a la pareja real la transformación de las larvas y de las ninfas inmediatamente se pone en marcha.
La casta obrera está compuesta de machos y hembras con la sexualidad detenida.
Y la casta militar se compone de soldados.
Pero a su vez cada casta se subdivide en otras que se distinguen por su talla, en la longitud de su cabeza ó en el resto del cuerpo.
La sociedad de las termitas tiende siempre a mantener su equilibrio de población, y si por algún motivo fuera roto, a restablecerlo. Por eso conservan en su seno todas las castas y aun cierto número de cada una de ellas.
Además, algo realmente maravilloso es ver cómo, por ejemplo si se aísla un número de ninfas en un mismo estado, estas siguen su evolución, y finalmente forman una sociedad con todas las castas.: es como dijimos antes, una hormona que controla que la sociedad esté completa, caso contrario inmediatamente se pone en marcha un fenómeno para reestablecerla.
Dentro del termitero existe una corriente de alimentación entre los individuos, que indica la existencia de una colectividad en dependencia mutua.
Al hablar de las termitas pensamos que todas se alimentan de madera, las únicas que tienen esta alimentación son las obreras, que gracias a la forma de sus intestinos pueden digerirla, y a su vez estas alimentan a las demás de dos formas: estomodeal, que es la mezcla de saliva y de madera regurgitada, y el otro es el prododeal que sale por el ano. En el libro “ La vida social de los animales” de M Sife nos dice sobre la alimentación de las termitas que “ los trabajadores solo saben comer y digerir. Son en cierto modo, el estómago y el vientre colectivo de la población. Cuando una termita de la clase que sea tiene hambre da un golpe de antena a la obrera que pasa. En seguida esta provee al solicitante joven, es decir, susceptible de convertirse en rey, reina ó insecto alado, con lo que tiene en el estómago. Si el peticionario es adulto, la obrera se vuelve de espalda y cede generosamente lo que contiene su intestino”.
Hemos hecho un modesto comentario sobre la maravillosa y excitante vida de estos pequeños insectos. Ellos viven en una sociedad en paz, en comunidad. Y me pregunto: ¿es una maldición la inteligencia?


René Darán
Fuente: Diario La Capital. Sección Flora y Fauna de Nuestro País /1984/87
Director EcoNews
rene@eco-news.com.ar

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