lunes, 23 de julio de 2007

Araña || Más sobre las arañas

Quién no ha quedado maravillado de ver una araña tejiendo su tela, observando ese extraordinario y minúsculo acróbata que se mueve mofándose de la ley de gravedad; aterriza, se detiene un instante, vuelve a subir, baja y sube una y otra vez, va de un extremo a otro, aparentemente sin motivo alguno, en cada lugar va sujetando un fino hilo que poco a poco se irá transformando en una hermosa figura geométrica – generalmente en forma octogonal – de una precisión sorprendente, y que terminada será una bella tela y una formidable trampa.
Los invertebrados son animales que carecen de esqueleto óseo; constituyen un grupo muy numeroso, los hay terrestres y acuáticos y su vida está relacionada con la naturaleza del alimento y con la temperatura ambiente.
En la zona subtropical (norte de nuestro país) abundan, disminuyendo hacia el sur. En invierno, los invertebrados adultos desaparecen, salvo los que se refugian en viviendas o lugares protegidos y los que nidifican (hormigas, avispas, etcétera). También están los que habitan los mares, ríos o lagunas (cangrejos, mejillones, etcétera). Entre los invertebrados terrestres podemos citar entre otros, a las hormigas, ciempiés, mosquitos, arañas. Estas últimas pertenecen al grupo de los artrópodos y a la familia de los arácnidos.
La araña es un invertebrado muy común y que comprende muchas especies. Ella trabaja y teje, es al mismo tiempo obrera y carrete. La araña tiene diversos tipos de glándulas hilanderas que producen distintas clases de hilados, una es para tejer la tela, otra es para la bolsa que contendrá los huevos, otra que usa para ciertos hilados, que tendrán como finalidad atrapar distintos insectos, especialmente moscas y abejas. En el centro de la tela o en a parte superior suelen tener una especie de tubo o escondite, desde donde acechan a las presas que constituyen su alimento. Cuando la incauta víctima queda atrapada en esa maravillosa trampa, la araña la cubre con otro tipo de tela y le chupa sangre lentamente. Las telas con de diversos tamaños y formas, pero generalmente entre las arañas comunes siempre son iguales y el tendido de sus hilos sigue un mismo orden.
La araña posee un buche espirador que introduce el alimento en el estómago; su aparato digestivo comprende boca, faringe, estómago, intestino, bolsa estercolar, canales hepáticos e hígado. El aparato circulatorio es simple; el respiratorio comprende filotráqueas, que son pequeñas láminas superpuestas a manera de acordeón y éstas constituyen el pulmón, algunas arañas son tetraneumónadas, o sea que tienen 4 pulmones, normalmente tienen 2 (dineumónadas).
Tiene 4 pares de patas articuladas en una placa ventral, el plastón. En el extremo posterior se hallan las glándulas hilanderas que producen la seda con que la araña teje su tela. Posee 8 ojos simples, aunque se encuentran especies con 6, también con 2 – si bien son pocas - otras que viven bajo tierra sin ninguno.
Un pedúnculo muy corto une el cefalotórax con el abdomen, este es globuloso y contiene órganos de vital importancia: sobre su línea media presenta el orificio genital, cerca se encuentran los estigmas que permiten la entrada del aire en dirección a los pulmones; algo más abajo tiene el orificio anal escondido detrás de pequeñas prominencias llamadas “hileras”, por aquí es por donde sale la sustancia líquida que al contacto con el aire se solidifica y forma el hilo para tejer su tela.
Dentro de las especies más conocidas encontramos esa extraordinaria hilandera que es la epeira diadema, que posee una serie de glándulas debajo del abdomen que segregan una sustancia gelatinosa que al contacto con el aire se solidifica y se transforma en una hermosa tela; su picadura produce un inmenso dolor.
La araña tejedora construye su tela en el interior de casa, galpones, tragaluces, huecos, lugares bien iluminados cuya claridad atrae a los insectos.
La araña tarántula, cuyo nombre proviene por ser habitante asiduo de los alrededores de Tarento (Italia), a su vez da el nombre a la canción napolitana denominada “tarantela”, pues se decía que si alguien era picado por una de estas arañas era atacado por una locura melancólica, y para librarse del veneno debía bailar una canción de ritmo muy rápido y movido, hasta que cayera extenuado; de esta manera, según la creencia, bailando largo rato, se sudaba y, a través de las glándulas sudoríparas, se eliminaba el veneno, pero hoy día sabemos que solamente causa una alta fiebre en el ser humano o animales grandes. Las arañas que pertenecen a esta familia tienen una particularidad, la de llevar los huevos en una bolsa serosa.
Por lo general las arañas son insectos inofensivos para el hombre, salvo algunas especies exóticas, como ser la viuda negra, que es común en Brasil, cuya picadura es muy peligrosa. Entre otras especies, dentro de las más de mil conocidas, podemos citar la menneus, que vive en África, lleva su tela entre las patas y así, de esta manera; caza. La nephiles, hilandera de zonas cálidas, cuyas telas son tan resistentes que los pescadores las usan como redes para pescar; en aguas estancadas vive la tejedora acuática, respira por medio de pequeñas burbujas de aire que acumula sobre su cuerpo cuando sale a la superficie. Una muy conocida por nosotros es la araña pollito – habita en Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina - .Su picadura es fatal entre casi todos los animales pequeños y llega a pesar hasta 250 gramos.


René Darán
Fuente: Diario La Capital. Sección Flora y Fauna de Nuestro País /1984/87
Director EcoNews
rene@eco-news.com.ar

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