lunes, 23 de julio de 2007

Pepitero corbata

Poco nos dice su nombre. Pocos pueden determinar perfectamente ( a no ser por los especialistas) de qué pájaro se trata. La descripción tampoco es demasiado elocuente; su plumaje es plomizo con pequeñas tonalidades de color oliva, tiene la cabeza oscura, cas negra y tiras a modo de cejas blancas. Su pico – el detalle que más puede despertar indicios- es amarillo anaranjado; ojos pardos, la garganta algo blanca. Con todos esos datos y habiendo como hay pájaros con características similares, el pepitero de corbata es muy poco identificable popularmente.

Pero si por el contrario nombramos al “pico hueso” ya comienza a aclárese el panorama. Se podría comenzar por citar un conocido tema folklórico “ pica que te pica/el pico hueso/pica que te pica/el muy travieso/y de tanto picotear/no se quiere enamorar/. La canción popularizó ciertas costumbres del pájaro, su picardía, s canto que parece nombrarse a si mismo y por lo mismo en algunos lugares lo llaman “Juan Chivito” que es la transcripción a nuestro lenguaje de su canto.
El pico hueso tiene muy buenos parientes: las corbatitas, los chingolos, las reinas moras, los jilgueros, cardenales y brasitas, y pertenece a la familia de los fringíllidos.
Pero además de pertenecer a una familia distinguida y de tener tan ilustres y coloridos parientes y como no podía ser de otra manera ( por costumbre científica del hombre, de la cultura del hombre) tiene su nombre científico: saltador aurantiirostris. Saltatos es del latín saltarín, que salta. Aurantiirostris, de pico dorado ó anaranjado.
El “Juan Chivito”, el “pico hueso” ó el “ pepitero corbata” es un habitante de la zona cuyana y los quichuas lo llamaron “ virococha” en lengua aborigen.
Ya en 1805 Don Félix de Azara con otro lenguaje y dueño de la poesía propia del castellano lo bautizó “ habiá de pico anaranjado”.
El libro de Azara titulado “Apuntamientos para la historia del Paraguay y el Río de la Plata” recoge, ya científicamente, gran parte de nuestra fauna. Este naturalista tiene el mérito de ser uno de los primeros interesados y además – sin saberlo él- un ecologista de fuste.
Volviendo a nuestro pájaro su distribución se ha extendido a casi todo nuestro territorio donde impera la calidez, desde el norte hasta Catamarca, pasando por Córdoba, Santa Fe, Tucumán y Buenos Aires. Una sola excepción la conforma Misiones.
Sin duda que e lector se preguntará ahora el por qué de su nombre, pepitero corbata. Podemos decir que el primero – pepitero- conforma el apellido de pájaro, y el segundo una especie de nombre, como si dijéramos hoy un tal Martínez, Carlos.
Lo que su nombre y también sus apodos connotan es que el nombrar al pájaro es como nombrar a un amigo llamado Pepe, Beto, Guille, Tito, y su vuelo, su manera de andar (saltar) y cantar es parte del encanto ó del recuerdo que tenemos de ese pájaro, a veces tan grande, tan sentido como la ausencia de un amigo.
Regresando a este pequeño pajarito que prefiere para anidar los árboles altos a veces y también los humildes arbustos, tiene la costumbre de hacer su hogar (como casi todos los pájaros) con ramas, hojas y diminutas raíces con las que forma una especie de colchón. Los huevos de la hembra tienen la cáscara celeste con rayas oscuras y puntos negros. Esta es la mayor particularidad del pepitero de corbata, a tal punto de que hay quienes se dedican a coleccionar estos huevos por hermosos y siempre variantes. Poco reparan los coleccionistas en este pequeño daño, quitan un sueño que estaba destinado a tener alas.


René Darán
Fuente: Diario La Capital. Sección Flora y Fauna de Nuestro País /1984/87
Director EcoNews
rene@eco-news.com.ar

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